Operación Kazán - Vicente Vallés

La historia es francamente parecida a "The Americans": espías soviéticos/rusos encubiertos en Estados Unidos que se hacen pasar por ciudadanos del país. Sumado una necesidad obsesiva de explicar y repetir las mismas cosas una y otra vez (como repetir quiénes son los personajes que aparecen) lo hace un poco tedioso de leer. Hay pasajes enteros que parecen una lección de historia más que una novela.

Por el otro lado la estructura distribuida en el tiempo y espacio me pareció un recurso divertido. Saltar a través de la necesidad de protagonistas de narrar el pasado desde su perspectiva y cambiar a parte del libro le da un buen ritmo.

El libro construye hacia un clímax que nunca sucede. El desenlace de la historia, francamente, desentona con todo lo que se construye lentamente.

El libro tiene 3 secciones, en la primera se presenta el escenario: hay elecciones en Estados Unidos, y cuando un ex-espía ruso se entera del resultado de las primarias demócratas, pone en marcha el resto de la historia: llama a dos colegas (uno americano, uno suizo) para encontrarse.

Es este espía el que cuenta la historia de cómo la URSS infiltró a uno de los suyos entre las líneas estadounidenses durante la segunda guerra mundial. Es por este encuentro que se triggerea la segunda sección del libro, cuando una espía joven intercepta una llamada y encuentra palabras clave que empiezan una investigación al más alto nivel y la carrera entre espionaje y contra-espionaje.

El rol del hackeo se vuelve moneda corriente. Se puede aprender lo que se quiera cuando se quiera.

La tercera sección del libro se construye sobre la idea de que el presidente ruso es el único que sabe de la operación y la comparte con el jefe de los espías (y ex-colega). Hay algunos detalles interesantes sobre continuidades temporales, como la reunión en la misma casa donde encontró información sobre la Operación Kazán . Pero a veces entra en círculos explicando todo de nuevo, o dando largas lecciones de historia.

La conclusión del libro deja mucho que desear. Se construye hacia un climax que nunca sucede. Atrapan a la espía (la hija del espía original, elegida futura presidenta de USA) y esencialmente todo sigue igual. Asesinan a todos los personajes que dejaban cabos sueltos y la única vuelta extra que hay es cuando la presidente americana le confiesa al presidente ruso que fue descubierta y que tiene a un infiltrado.

Lo leí rápido (en una semana), porque es fácil de leer y dan ganas de ver cómo se desenvuelve y se desarrolla la historia (me gustan las historias de espías), pero no creo que sea un gran libro, es más que nada un buen libro de verano.

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